Consideramos que las características específicas de estas fases evolutivas justifican suficientemente la existencia del Departamento de Psicología Infanto-Juvenil,  independientemente de su incursión  en las áreas Clínica y Educativa. Son etapas en las que el propio dinamismo del sujeto, imprime un ritmo al desempeño de la actividad.  La intervención sienta , por otro lado, excelentes bases para el desarrollo biológico, psicológico y social posterior .

​