No resulta fácil para un adolescente diseñar el itinerario académico que guiará su transición a la vida profesional adulta en un contexto de transformaciones sociales. El estudiante actual afronta, con frecuencia, este reto sin suficiente información sobre sí mismo, perspectivas formativas futuras y/o procesos implicados en la evolución tecnológica, económica y social del mercado de trabajo. Este déficit, junto al continuo surgimiento de opciones educativas, determina que, en suficientes casos, se observen elecciones confusas. El problema emerge, entonces, en forma de crisis, originando elevados índices de frustración tanto en el sujeto como en su contexto familiar.
Seleccionar una carrera equivocada acaba desencadenando, casi siempre en el primer año, inadaptación, sensación de incompetencia, conductas de evitación, irritabilidad, desmotivación, tristeza, bajo rendimiento, ansiedad. Nuestra experiencia en este tipo de situaciones determina la reactivación de programas focalizados en una toma de decisiones informada, a fin de prevenir la sintomatología observada, garantizando un sistema de orientación basado en criterios de decisión fiables, lo que exige analizar las siguientes variables:
Entorno familiar, trayectoria formativa y factores económico-sociales relevantes.
Competencias, identidad personal, estructura motivacional e intereses específicos del alumno.
Conocimiento sobre las diferentes opciones formativas, tanto en ciclos profesionales como en carreras universitarias.
Reestructuración del mercado de trabajo en conexión con las formaciones existentes.
La recopilación de datos requiere la utilización de procedimientos, herramientas y técnicas de evaluación propias de la psicología educativa:
Entrevistas estructuradas y semiestructuradas, a padres y alumno/a.
Administración de pruebas de inteligencia, personalidad e intereses profesionales.
Estrategias de filtrado, búsqueda y actualización continua de información sobre títulos y tendencias del mercado.
Análisis conjunto de contenidos formativos y expectativas de carreras profesionales.
Procedimientos de toma de decisiones sobre la base de una recogida de información extensa y fiable.
Nuestro trabajo sistematiza, así, un proceso que, iniciado a lo largo de la trayectoria educativa del alumno, facilita, entre otros beneficios:
Autoconocimiento de las propias capacidades, estilos cognitivos, personalidad, valores, intereses.
Habilidades en el manejo de los cambios inherentes a la transición de etapas evolutivas.
Implicación en la construcción de su proyecto académico, profesional, personal.
Identificación de la relevancia de comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas como factores clave en cualquier ámbito de actuación.
Definición, potenciación y fortalecimiento de su identidad.
Motivación por la formulación operativa de objetivos, empleo de estrategias para el logro y perseverancia en su consecución.
Prevención de situaciones de abandono, inadaptación, estrés, depresión, originadas por una elección inadecuada.
En definitiva, planificar un itinerario formativo-profesional, capaz de suministrar el repertorio de conocimientos, métodos y competencias acordes a las expectativas de inserción sociolaboral de un sujeto, supone el análisis del propio sujeto, de las modalidades formativas actuales, así como su proyección futura, del mercado de trabajo, y, especialmente, de la integración efectiva del perfil individual en el sistema socioeconómico.
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